Cristianismo

Cientos de voluntarios ayudan a las víctimas de las inundaciones en Alemania

Cerca de 350 voluntarios afiliados con la organización humanitaria evangélica Samaritan’s Purse, se han unido a la iglesia para traer apoyo emocional, espiritual y físico a las víctimas de las inundaciones que han matado a más de 200 en Europa este mes.

Cerca de 177 personas murieron en Alemania como resultado del histórico desastre natural. En el distrito rurarl de Ahrweiler, un récord de lluvias ha causado elndesbortr del río Ahr y las aguas alcanzaron varios poblados.

Cerca de 200 residentes del área se ahogaron ya que quedaron atrapados en el agua lodosa que arrasó el valle.

La oficina alemana afiliada a Samaritan’s Purse comenzó a organizar a los voluntarios el día después de las inundaciones en los Estados de Norte Rhine-Westphalia y Rhineland-Palatine. Samaritan’s Purse dispuso 14 especialistas en desastres para apoyar los esfuerzos de la oficina alemana.

Uno de los especialistas, Nick Bechert, dijo que numerosos hogares y comercios, que habían estado de pie por siglos, han quedado destruídos 6 pies bajo el lodo. El agua entró a la aldea arrasando con todo a su paso.

Después que las aguas descendieran al siguiente día en el oeste de Alemania, cientos de voluntarios de la Iglesia Evangelische Freikirche Koeln Ostheim en Colonia, se unieron a Samaritan’s Purse para brindar todo el apoyo necesario a los residentes.

Toda la semana pasada, el lodo fue siendo removido de las estructuras antiguas, de a un balde a la vez. Muchas casas están todavía en el proceso de desagote y pasará mucho tiempo hasta que se pueda hablar de reconstrucción.

«Eran pilas de escombros por toda la calle… y todo estaba cubierto de una capa de lodo», dijo Bechert. Él es solo uno de los 14 especialistas en desastres de Samaritan’s Purse, quienes han trabajado incansablemente para despejar el área de lodo.

«Fue duro oír las historias de que tan rápido el agua invadió todo, no hubo tiempo de prepararse, y al daño material se le sumó la pérdida de vidas humanas.»

Bechert, de 35 años y oriundo de Zionsville, Indiana que descubrió su fe cristiana en su adolescencia, dijo que ha trabajado con Samaritan’s Purse por 11 años desde que la organización se desplegó hacia Haití en 2010, luego del terremoto allí.

El hombre dijo que tiene una pasión por ayudar a extender el amor en tiempos de crisis, desde aquel año en secundaria allí en Indiana, cuando fue desafiado a ayudar a las víctimas del Huracán Katrina, en Nueva Orleans.

«Cuando sales de la zona de confort y te enfocas en el trabajo que Dios ha preparado para tí, aprendes, creces y ves cosas asombrosas… ayudar a menudo lleva a grandes oportunidades de compartir porqué estás dónde estás, y puedes proveer esperanzas y algo que va más allá de ayuda física», dijo.

«Creo que Dios nos llama a ayudar a nuestro prójimo- no importa en qué parte del mundo se encuentre. Ahora mismo, está en Alemania después de la inundación. Un mayor componente de la respuesta del equipo, ha sido facilitar cientos de cristianos de toda Alemania para ayudar, trabajar en las casas y ayudar en la reconstrucción.»

Bechert dijo que Samaritan’s Purse tiene un equipo de consejeros en varios lugares de la aldea, para escuchar a las víctimas y recordarles que «Dios les ama y no están solos.»

«Nuestros líderes han sido entre adiós en lo espiritual y sicológico y conocen los signos de trauma, cómo escuchar de manera efectiva y estar presentes para la gente herida, además de saber a qué recursos y fuentes recurrir», remarcó.

La pérdida de vidas humanas ha sido devastadora, enfatizó Bechert.

«Por favor, ora por las familias en Alemania y ora por nuestros equipos, para que podamos proveer ayuda inmediata y que Dios nos use para continuar ministrando a las familias en las semanas que vienen.»

Las fuerzas locales continúan buscando desaparecidos. Además de las estructuras, las familias perdieron absolutamente todo, desde sus pertenencias más básicas a objetos que han estado por generaciones en el lugar.

Para los sobrevivientes, Bechert dijo, que el impacto de las inundaciones supone un trauma emocional y una gran necesidad física que se verá en los tiempos que vienen.

Un residente, Michael Münn-Buschow contó que él y su esposa, Iris, vivían en una casa que era propiedad de la familia de Iris desde hace cientos de años.

En cuestión de horas, no sólo el sótano sino también el primer piso quedó bajo agua.

«Miré por la ventana y de repente el río se venía hacia nosotros», dijo el hombre. «El equipo de Samaritan’s Purse vinieron a ayudarnos.»

Bechert dijo que siempre les recuerda a las víctimas sobre el «amor de Dios». Sin embargo, también de enfrenta a cuestionamientos como: ‘¿Por qué Dios permitió algo así? ¿Es esto un castigo de Dios?’.

«He aprendido con el tiempo que lo mejor es ser honesto pues no tengo todas las respuestas, y a veces es mejor sentarme y escucharlos en su angustia», dijo Bechert. «De lo que si estoy seguro es del Amor de Dios, no sólo para hacer seguidores alrededor del mundo, sino para abrí caminos y que todos puedan tener una relación con Él.»

 

Fuente La Gaceta cristiana

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