Cristianismo

Cinco años, en ayuda de víctimas de adicciones

Mientras el presidente, Alberto Fernández ahora propone avanzar con un debate para una legislación que permita el uso recreativo de marihuana, puerta de entrada a drogas más duras según relatan víctimas del consumo, en la Diócesis de Goya un lugar que se dedica a contener y ayudar a la rehabilitación de mujeres que padecieron el flagelo, cumplió cinco años de su inauguración, que se encuentra cerca de la localidad de Santa Lucía.
El obispo, monseñor Adolfo Canecín presidió la misa al cumplirse el quinto aniversario de la instalación de la Fazenda de la Esperanza Nuestra Señora de Itatí, un espacio de contención y rehabilitación de mujeres con problemas de adicción. Desde el primer momento, allí conviven jóvenes, algunas junto a sus hijos, quienes encontraron un lugar para sobrellevar distintas problemáticas.

Como no es algo negativo o escandaloso, los medios en general muy poco informan de esa institución y del trascendente trabajo que se realiza allí. Por ende, muy poco se conoce de la tarea social que se lleva a cabo a través de las Fazendas. En el caso de esta Diócesis, se apunta a la contención de las mujeres, en una comunidad terapéutica basada en la doctrina cristiana.
Este movimiento nació en Brasil y actualmente cuenta con presencia en 17 países del mundo.
Al respecto, monseñor Canecín definió: «Es un espacio que apunta a vivir con carisma de esperanza para personas que necesitan aferrarse a la vivencia de Dios».

CELEBRACIÓN

El pasado viernes, 13 de agosto, se celebró el 5ª aniversario del trabajo en la comunidad. Allí se compartió un almuerzo comunitario y se dio a conocer la labor que se realiza en el Departamento Lavalle, muy cerca de la ciudad de Santa Lucía.
Participaron integrantes de la institución y familiares de dos chicas que finalizaron su «caminata» por la Fazenda, como la denominan a la estadía, a quienes se les entregó sus certificados y dieron sus emocionados testimonios. Durante estos cinco años ya pasaron alrededor de 50 chicas en busca de una nueva vida. Actualmente es encargada del lugar Daniela Rodríguez, oriunda de Brasil.

LOS ORÍGENES

«Fazenda de la Esperanza» es una asociación de fieles reconocida por la Iglesia Católica que se dedica principalmente a la recuperación de jóvenes químico-dependientes.
Su historia fundacional se remonta a Nelson Giovanelli, quien se acercó a un grupo de jóvenes que consumían y vendían drogas cerca de su casa. Fue en 1983, en la esquina de las calles Tupinambás y Guaicurus, en el barrio de Pedregulho, en la ciudad de Guaratinguetá, interior de San Pablo.
Giovanelli fue animado a dar ese paso por fray Hans Stapel, su párroco, quien lo incentivaba a vivir concretamente la Palabra de Dios.
El proyecto se extendió y ya se encuentra también en diferentes lugares de la Argentina. En la Prelatura de Deán Funes se encuentra la casa madre, Fazenda Masculina Nuestra Señora de Luján, en el paraje Las Canteras, y un centro femenino llamado Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, funciona en la localidad de Quilino.
Así la Iglesia y tantas otras comunidades cristianas y personas de buena voluntad entregan sus vidas en un servicio a destajo ante el crudo padecimiento que padece no sólo un enfermo de las adicciones, sino con él la familia entera se destruye con feroz angustia.
Testimonios sobran diariamente, aunque no alcancen notoriedad en los medios de comunicación, como el caso del reconocido cantante Santiago «Chano» Moreno Charpentier, dramático para la familia y para un policía. O tal como lo testimonió el presentador televisivo Marcelo José «Teto» Medina ante las cámaras de Crónica TV en la tarde de este lunes, quien felicitó y agradeció efusivamente al programa Seres Libres que conduce en ese mismo canal todos los viernes, a las 22, el actor, presentador, productor de cine y productor de televisión Gastón Pauls.

 

Fuente Diarioellibertador

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