Catolicismo

«Solo le pido a Dios»: León Gieco en el Vaticano (video)

Fue durante el cierre del Congreso «De Jorge a Francisco – De Argentina al mundo» organizado por el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI) que copresiden el presbítero Guillermo Marcó, el rabino Daniel Goldman y el referente musulmán Omar Abboud.

Durante el encuentro con el pontífice argentino, que se realizó el 5 de mayo en la Sala del Consistorio, participaron un centenar de dirigentes argentinos de distintos sectores. En ese marco, el trovador argentino León Gieco cantó la famosa «Solo le pido a Dios».

Francisco valoró el trabajo por el diálogo y la cultura del encuentro de todos los que participamos en el Congreso, y pidió un minuto de silencio para reflexionar sobre la importancia de dialogar.

Al respecto expresó: «Si los argentinos no rezamos unos por los otros estamos fritos, porque lo único que nos queda es eso, en lo demás nos peleamos siempre, entonces recemos unos por los otros para andar adelante» y destacó: «Es importante que ese diálogo que cada uno hacía con el espejo de su propia confesión se haya extendido y se haga entre hermanos, y no haya miedo a dialogar fuera del espejo». En este sentido, señaló la importancia de “no dialogar con el afán de convencer el uno al otro, de convertir a otro, no»

En este sentido el Sumo Pontífice observó que «se dialoga, se dialoga, cada uno cuenta su experiencia, que es una experiencia de Dios». Y puntualizó: «Y Dios  se manifiesta en todas las culturas, en todas, a la manera de esa cultura, se manifiesta en los pueblos que han caminado por una ruta de la historia de modo diverso, a pueblos que han caminado de otra manera, pero es el mismo Dios».

Asimismo, el obispo de Roma destacó: «Y ese que es Padre de todos nos lleva a dialogar. En nuestra vida se da siempre un camino desde el diálogo con el espejo al diálogo con la realidad, al diálogo con los hermanos; con la realidad viviente que son los hermanos. Es la mano tendida».

Un día antes, el jueves 4 de mayo, el Sucesor de Pedro compartió dos horas y media de charla con pastores evangélicos polacos y de diversas confesiones evangélicas, junto a un obispo polaco.

«¡Y con qué respeto cada uno contaba su camino! Escuchaba y yo quedé contento, me hizo bien compartir. No somos aislados, no somos islas. ‘Mi Iglesia es la única, la verdadera, ustedes son de segunda o de cuarta’. ¡No!», manifestó antes de precisar: «Y como cuando hablo de mi confesión religiosa, por coherencia digo ‘No, esta es la verdadera’, pero respeto el camino de los demás que también dicen ‘Esta es la verdadera’. Y esto no es relativismo, es respeto, es respeto, respeto y convivencia».

Finalmente, el Papa les agradeció por los esfuerzos que hacen para promover el diálogo interreligioso y se confió a las plegarias de todos los participantes en la audiencia. «Cada cual, en su idioma, en sus gestos, porque necesito ser sostenido por la oración de los hermanos», aseveró.

Al comentar que en el protocolo hay una oración, una bendición prevista al final, Francisco quiso hacer con ellos un segundo de silencio, solicitándoles que «cada uno eleve su corazón al Señor y pida por su hermano y su hermana que está hoy aquí reunido».

Además del discurso del Papa, las actividades organizadas por el IDI incluyeron la plantación de un olivo en los Jardines Vaticanos junto al presidente del Governatorato, cardenal Vergáz Alzaga, en conmemoración del gesto por el entonces arzobispo de Buenos Aires el 29 de marzo de 2000 en la Plaza de Mayo.

Conclusiones y desafíos

En la segunda y última jornada del congreso desarrollado en el Vaticano el 4 y 5 de mayo, el IDI -impulsado por Jorge Bergoglio en Buenos Aires- valoró la tarea de Francisco traducida en «proyectos que alcanzan la dimensión universal» en diversas temáticas: medio ambiente, la pobreza y el trabajo, los migrantes, la educación y el diálogo entre los diversos credos.  De los días de debates y reflexiones también participó el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

En las «conclusiones y desafíos» del congreso, el IDI señaló que «a través de ponencias y testimonios, hemos recibido importantes luces sobre la esencia que debe animar nuestras prácticas a favor del diálogo y el encuentro entre los hombres, y también sobre los métodos conducentes a desarrollarse con ese espíritu en nuestra casa común».

Asimismo, invitó a la dirigencia y la ciudadanía a apelar a «una conciencia basada en la coherencia y en el vínculo entre la teoría y la praxis». «Comprobamos la madurez conceptual y metodológica de lo que a cada uno le toca hacer y aportar en nuestros distintos ámbitos, y la diversidad de prácticasque deberíamos llevar a cabo en la Argentina y el mundo», agregó.

«Como argentinos, verificamos que lo que hemos realizado no resulta suficiente. Que existen enormes desafíos y preguntas en los espacios en los que cada uno de los participantes desarrolla su función en la sociedad. En este sentido el ejercicio del diálogo, lejos de ser una señal de debilidad, identifica nuestros puntos en común y deja de lado los matices que nos diferencian, buscando soluciones concretas a los problemas de la gente», sostuvo.

El IDI concluyó su mensaje afirmando: «Inspirados en tu mensaje, los participantes de este congreso, trayendo una voz que nos une en la diversidad, celebramos estos 10 años de tu pontificado con el deseo de recibirte pronto en tu tierra»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *