Por Dami\u00e1n Sileo. Periodista argentino con m\u00e1s de 30 a\u00f1os de trayectoria en los medios cristianos de comunicaci\u00f3n social. Autor del libro \u00abEl rock y el pop en la iglesia\u00bb. Fundador de la Uni\u00f3n de Comunicadores Cristianos de la Argentina. Es editor de VidaCristiana.com<\/p>\n

Somos cristianos y como tales, tenemos mandatos b\u00edblicos para cada espacio donde nos desenvolvamos. Y en el terreno de la relaci\u00f3n con las autoridades, la bocha es bastante corta: Orar por ellas (1 Ti 2:1, 2). No especifica si hay que orar solo si el gobernante es bueno, agradable o si es el que uno vot\u00f3. No obstante, \u00bfanula al cristiano en su libertad para expresar su punto de vista respecto a actos de corrupci\u00f3n cometidos por los gobiernos de turno?<\/strong><\/p>\n

Juan el Bautista<\/strong> es una clara muestra de aqu\u00e9l a quien no le tembl\u00f3 la voz a la hora de denunciar la inmoralidad sexual del mism\u00edsimo rey. Seguramente hoy eso hubiese significado un \u201cmensaje de odio\u201d. Como consecuencia, hicieron rodar la cabeza de Juan y fue a parar en una bandeja de plata.<\/p>\n

Ante un panorama tan dual que nos presenta la Biblia respecto a nuestro comportamiento como cristianos en relaci\u00f3n con los abusos del poder de turno, resulta necesario hacer un an\u00e1lisis exhaustivo para no pecar de inocente ni ser c\u00f3mplice de la corrupci\u00f3n. Entonces, \u00bforamos por los gobernantes de manera sumisa aunque sean corruptos o los denunciamos sin tapujos como hac\u00eda Juan el Bautista? \u00bfO ambas cosas?<\/p>\n

\u201cLa justicia producir\u00e1 paz, tranquilidad y confianza para siempre. Isa\u00edas 32.17<\/em>
\nLa Biblia nos ense\u00f1a que la justicia trae paz. Una naci\u00f3n que quiere vivir en paz, debe buscar la justicia. Es entonces \u00e9ste el criterio para orar. Oramos para que nuestros gobernantes gobiernen con justicia. El trono de Dios, es trono de justicia. No podemos bendecir lo que Dios aborrece. <\/em>El profeta Isa\u00edas proclam\u00f3: \u2018No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; conf\u00edan en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad. No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocer\u00e1 paz. Por esto se alej\u00f3 de nosotros la justicia, y no nos alcanz\u00f3 la rectitud; esperamos luz, y he aqu\u00ed tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad\u2019. (Isaias 59:4, 8-9 RVR1960)<\/em>
\nEste cap\u00edtulo describe una naci\u00f3n que rechaza la justicia, y cuyo pueblo y gobernantes son malvados y perversos. En ese contexto dice \u2018nadie clama por justicia\u2019\u2026 Qu\u00e9 tristeza.<\/em>
\nAnhelo que en nuestra naci\u00f3n, el Se\u00f1or encuentre quienes clamen por justicia.\u201d<\/em>
\n(Ana Valoy<\/strong>, directora del programa\u00a0\u201cNacidos para gobernar\u201d\u00a0e integrante del partido\u00a0UNO).<\/p>\n

\u201cFrente a la situaci\u00f3n en nuestro pa\u00eds y en el mundo afectados por la corrupci\u00f3n, la inmoralidad, las genealog\u00edas perversas y la falta de respeto por la vida desde la concepci\u00f3n, como cristianos convencidos de defender la verdad \u2018una vez dada a los santos\u2019, no podemos quedarnos con los brazos cruzados y las bocas cerradas, aunque usemos barbijos. Los profetas b\u00edblicos sufrieron por afirmar la revelaci\u00f3n de Dios en su tiempo. A nosotros nos toca seguir el mismo patr\u00f3n afirmando los valores inmutables que encontramos en la Biblia, que reconocemos como Palabra de Dios. Nos sometemos a la direcci\u00f3n y gu\u00eda del Esp\u00edritu Santo para afirmar nuestra fe en medio de la adversidad y oscurantismo reinante\u201d<\/em>. (Osvaldo Pupillo<\/strong>, pastor de\u00a0Iglesia de Dio , ex Superintendente Nacional de esta instituci\u00f3n)<\/p>\n

\u201cToda pregunta sobre los mandatos de la Biblia la podemos responder con la misma Biblia, ya que es un libro que se explica a s\u00ed mismo, aunque se revela a trav\u00e9s del Esp\u00edritu que lo inspir\u00f3.<\/em>
\nEntiendo que el pasaje de 1 Ti 2:1,2 encuentra su explicaci\u00f3n cabal en los vers\u00edculos siguientes: 1 Ti: 2:3,4, en los que dice que Dios nuestro Salvador quiere que todos los hombres \u2018sean salvos\u2019 y vengan al conocimiento de la verdad. Dios es Salvador porque justamente vino al mundo con la intenci\u00f3n de salvar. No a unos pocos sino a todos, incluso a los gobernantes corruptos. <\/em>Al entender este concepto fundamental del coraz\u00f3n de Dios, encontraremos una gu\u00eda clara para orar como conviene. \u00a1Oremos para que conozcan al Salvador que dio la vida por ellos! <\/em>Y si vamos a denunciar, hag\u00e1moslo desde la intenci\u00f3n de llamarlos al arrepentimiento, como Dios hizo con N\u00ednive a trav\u00e9s de Jon\u00e1s, \u00a1el que seguramente jam\u00e1s hubiera votado por el rey de N\u00ednive!\u201d<\/em>\u00a0(Maxi L\u00f3pez Acebo<\/strong>, presidente de la\u00a0Asociaci\u00f3n Haggai, ex candidato a Diputado Nacional por CABA en 2019 por el partido\u00a0+Valores).<\/p>\n

\u201cOrar siempre. Porque al orar hacemos esto: 1. Cumplimos lo que Dios pide. 2. Pedimos que Dios lo bendiga, lo que implica que Su presencia se manifieste en su vida, y por ende en su gesti\u00f3n. 3. Si el gobernante hace las cosas bien, pedimos que lo siga haciendo. 4. Si el gobernante hace las cosas mal, pedimos que Dios intervenga y ordene lo desordenado\u201d<\/em>. (Marcelo D\u00edaz<\/strong>, pastor y polit\u00f3logo).<\/p>\n

\u201cEn mi opini\u00f3n, el mandato paulino de orar por los que nos gobiernan sin especificar si son buenos o malos es por la sencilla raz\u00f3n de que es un mandato. Es incondicional. En mi propia vida no hallo dificultad en orar por los que me gobiernan a\u00fan -y precisamente porque- son corruptos. El efecto de la oraci\u00f3n de bendici\u00f3n, precisamente cuando las personas son imp\u00edas, parece tener un efecto espiritual misterioso. Ahora bien, bendici\u00f3n no es aprobaci\u00f3n de su conducta ni es callar sobre el pecado, sino precisamente quitar los mantos de oscuridad que los oprimen y los llevan cautivos a cometer actos de oscuridad. De ese modo, bendiciendo, soltando paz y luz sobre sus vidas, incluso pidiendo que lo oculto y oscuro salga a luz, estamos cumpliendo el mandato b\u00edblico.<\/em>
\nNo llegamos a comprender muy bien c\u00f3mo funcionan esas din\u00e1micas espirituales, pero la Palabra nos dice: \u2018Antes bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando as\u00ed, har\u00e1s que se averg\u00fcence de su conducta\u2019 (Rom 12:20 NVI) y solo nos resta obedecerla\u201d<\/em>. (Marij\u00f3 Hooft<\/strong>, escritora y pastora de la iglesia\u00a0Llegar Alto, en Buenos Aires).<\/p>\n

\u201cParticularmente estoy convencido que lo uno y lo otro, orar y exponer son responsabilidades de la misi\u00f3n sacerdotal y prof\u00e9tica de la iglesia. El problema est\u00e1 en el romanticismo que se involucra con determinados gobiernos, que impide una denuncia vehemente y una oraci\u00f3n correcta. Orar muchas veces tiene que ver con pedir a Dios que concluya un c\u00edrculo vicioso de corrupci\u00f3n independientemente del espacio pol\u00edtico al que ese gobierno pertenezca y eso va acompa\u00f1ado de acciones prof\u00e9ticas que demuestren nuestro compromiso con Dios y la verdad antes que con un espacio pol\u00edtico\u201d<\/em>. (Alberto Savazzini<\/strong>, pastor de la iglesia\u00a0IDEA, en la Ciudad de Buenos Aires).<\/p>\n

\u201cOrar por los gobernantes y por todos los seres humanos es un mandato b\u00edblico. Ello no implica que miremos ciegamente (valga la dicotom\u00eda) sus errores y aciertos. El problema del cristiano es tender a justificarlo todo, o a criticarlo todo. S\u00f3lo oramos, o s\u00f3lo exponemos nuestro desacuerdo. <\/em>Nuestra vida cristiana deber\u00eda llevarnos a orar siempre y examinar siempre la conducta de los gobernantes. No somos de los que llaman malo a lo bueno y bueno a lo malo, sin importar el color pol\u00edtico de turno. Somos de aquellos que aplaudimos la justicia y repudiamos la injusticia. Somos de aquellos que no callan frente a la muerte, y celebran la vida. Somos de aquellos que estamos dispuestos como la Reina Ester a \u2018si perezco, que perezca\u2019, aunque ella no pereci\u00f3. Pero tambi\u00e9n a perecer como Juan, quien fue a la c\u00e1rcel por exponer p\u00fablicamente la corrupci\u00f3n de Herodes Antipas, gobernador de Galilea. Ya sea que vivamos o que muramos, del Se\u00f1or somos\u201d.<\/em>
\n(Nadia M\u00e1rquez<\/strong>, concejal de Neuqu\u00e9n por el\u00a0Partido Dem\u00f3crata Cristiano).<\/p>\n

\u201cEl cristiano debe entender a la Biblia como un gran libro de experiencia pol\u00edtica. La oraci\u00f3n a favor o en clamor de justicia hacia los gobernantes de una naci\u00f3n sin acci\u00f3n, no tendr\u00e1 impactos. Dios ha usado a gobernantes para disciplinar a su pueblo por negligente y desobediente. \u2018Mi siervo Nabucodonosor\u2019, en el libro de Daniel; menci\u00f3n de Dios para que la gente reconozca que \u00c9l mismo estaba detr\u00e1s de ello. Pero para esa tarea necesit\u00f3 un Daniel. Con Asuero, necesit\u00f3 una Ester que se arriesgue por su pueblo; Asuero (en hebreo), es el mismo Artajerjes (en persa) de Nehem\u00edas 2; y Dios necesit\u00f3 un Nehem\u00edas para que reconstruya su ciudad. Es decir, hoy si la iglesia no le es plataforma a personas que tengan el llamado a darlo todo por su naci\u00f3n bajo el mandato de Dios, jam\u00e1s podremos transformar la esfera pol\u00edtica\u201d<\/em>. (Gabriel Minervino<\/strong>, ex candidato a Diputado Nacional por el\u00a0Partido Celeste).<\/p>\n

Finalmente, el pastor\u00a0Pablo Barabaschi<\/strong>, de la iglesia\u00a0Cristo para Todos, de Adrogu\u00e9, nos brinda un pantallazo b\u00edblico y un punto de vista pastoral acerca de esta encrucijada que tenemos los cristianos acerca de orar por autoridades que est\u00e1n impregnadas de corrupci\u00f3n.<\/p>\n

Los cristianos deben orar por las autoridades siempre<\/em><\/strong><\/p>\n

El car\u00e1cter y la direcci\u00f3n de esa oraci\u00f3n se deben someter a la direcci\u00f3n del Esp\u00edritu Santo. Del mismo modo debo someter a Dios cualquier juicio que haga sobre las personas que ejercen alg\u00fan tipo de autoridad en al \u00e1mbito p\u00fablico.<\/em><\/p>\n

\u00bfQu\u00e9 pasa si el dirigente es corrupto? (Damos por sentado que est\u00e1 demostrado). En lo personal me he encontrado pidiendo a Dios que lo quebrante para que se arrepienta, o que el Se\u00f1or lo saque del medio. No creo que haya una f\u00f3rmula o un protocolo de oraci\u00f3n, sino una din\u00e1mica espiritual que comienza con saber escuchar la voz de Dios y someter los movimientos de nuestra oraci\u00f3n a un di\u00e1logo activo con Dios.<\/em><\/p>\n

A veces nuestra ceguera es voluntaria y no queremos ver lo evidente. As\u00ed disfrazamos nuestra cobard\u00eda de humildad, de una espiritualidad falsa. Pero otras veces el orgullo nos lleva a pretender que somos los \u00fanicos due\u00f1os de la verdad y le hacemos a Dios algunos reclamos complicados. Me parece que tenemos un largo camino que recorrer para adquirir sabidur\u00eda de lo alto.<\/em><\/p>\n

Si bien no creo en f\u00f3rmulas, s\u00ed creo en principios espirituales y algunos de ellos paso a enumerarlos.<\/em><\/p>\n

Conciencia de mi humanidad<\/em><\/strong>
\n\u00bfCu\u00e1les son mis sentimientos hacia la persona por la que voy a orar? Necesito saber gestionar con inteligencia espiritual mi mundo interior al orar. No nos libramos de nuestra humanidad sino que debemos aprender a orientar nuestros deseos hasta alinearnos con Dios. \u00bfDeseo el mal del otro? \u00bfPor qu\u00e9? \u00bfSon mis juicios personales justos?<\/em><\/p>\n

Enfocar la batalla<\/em><\/strong>
\n\u00bfDiscernimos contra qui\u00e9n es la lucha? Porque la oraci\u00f3n nos lleva a batir en los lugares celestiales. Al mismo tiempo sabemos que tanto lo bueno como lo malo se encarnan en nuestra realidad terrenal, se visibilizan. Por lo tanto la tarea es saber leer la realidad natural e integrar el plano espiritual buscando discernimiento.<\/em><\/p>\n

Mantenerse humildes<\/em><\/strong>
\nLa humildad es lo que nos permite entender. El orgullo nos ciega (Daniel 10:12). Nuestro problema para entender lo que Dios quiere no es tanto de orden intelectivo como moral. Es nuestro orgullo lo que nos enceguece muchas veces, nuestro enojo, nuestra impotencia.<\/em><\/p>\n

Valorar la comunidad de fe<\/em><\/strong>
\nDebemos recuperar el sentido comunitario de nuestra fe con urgencia. El hiperindividualismo de nuestra cultura y la tendencia al aislamiento nos encierran en nuestros peque\u00f1os mundos. As\u00ed construimos \u201ccorralitos ideol\u00f3gicos\u201d para refugiarnos de un mundo de incertidumbre y caos. Pero ese no es el camino, necesitamos escuchar a todos nuestros hermanos, aprender a dialogar, saltar ofensas y grietas hasta encontrarnos aun en nuestras diferencias para que nuestros juicios no sean tan sesgados.<\/em><\/p>\n

Por \u00faltimo, creo que los cristianos oramos a un Dios soberano que se involucra en la historia, que juzga a las naciones, las familias y las personas. Los juicios de Dios no son, como a veces se piensa, un acto impulsivo de una deidad sin control de sus emociones. La Biblia dice que Dios es \u201clento para la ira\u201d. No dice que no se enoja, sino que est\u00e1 en pleno control de s\u00ed mismo. Su enojo no es irracional e impulsivo sino perfectamente administrado. Es la santidad de Dios que se pone en acci\u00f3n contra el pecado, es decir, todo lo que nos trae ruina y destrucci\u00f3n.<\/em><\/p>\n

Los juicios de Dios son un acto de misericordia, una acci\u00f3n dirigida por el Dios que administra la historia y la lleva a su lugar a trav\u00e9s de protagonistas como cada uno de nosotros. La oraci\u00f3n es una de las formas en que nosotros participamos de la acciones de Dios en la historia. Yo creo que necesito cada vez m\u00e1s aprender a moverme en la din\u00e1mica del Esp\u00edritu Santo para leer la historia con los lentes de Dios, y desde esa plataforma orar con fe, entendimiento y humildad.\u201d<\/em><\/p>\n

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