Cristianismo

Pensar distinto y creer diferente no es motivo para justificar la violencia

Hace unos días se dio a conocer el caso de un supuesto pastor llamado Ezequiel (a quien no conocemos y tampoco ubicamos como vinculado a alguna comunidad o consejo pastoral) que llegó a los medios de comunicación por exhibir acciones violentas respecto a su discrepancia con una creencia. Las noticias lo ubican a él y a otra persona destruyendo imágenes del denominado Gauchito Gil.

La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), repudia enérgicamente todo tipo de agresión y violencia hacia expresiones o creencias con las que podemos no coincidir. La intolerancia y la discriminación no forman parte del lenguaje de amor que predicamos y que entendemos provienen del corazón del Dios a quien servimos.

Dejamos en las manos del Señor, Juez Justo y Soberano, que sea quien juzgue la idolatría y a quienes la practican o promuevan. Sostenemos que sólo Jesús es el camino, la verdad y la vida y quien nos conduce a vivir una vida con propósito.

Lamentamos profundamente que, personas auto-percibidas como pastores, tengan actitudes que no se encuadren en las enseñanzas del Señor cuando nos manda a amar aún a nuestros enemigos. Los cristianos no estamos llamados a destruir, hemos sido llamados a construir, a reconciliar y a amar a todos quienes nos rodean.

No aceptamos ni avalamos que el fanatismo, bajo el pretexto de un servicio a Dios, se convierta en una falta de respeto al ejercicio de las libertades individuales que tanto necesitamos fortalecer. Ninguna razón puede justificar caer en este tipo de acciones que olvidan el amor de Dios por las personas.

Llamamos a la piedad, a recordar que Dios detesta el pecado, pero ama al pecador. Que el mensaje central de la Palabra de Dios es el amor y que nada de lo que hagamos podrá hacer menguar su divino amor en favor de la humanidad.

Expresamos desde ACIERA nuestro profundo rechazo a toda agresividad y nuestro repudio a toda manifestación violenta hacia creencias, aún con las que podamos discrepar. No existen fundamentos bíblicos que justifiquen semejante accionar. Recordamos la magistral síntesis con la que Jesús resumió los diez mandamientos en dos. Amarás al Señor tu Dios por sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo.

Comité Ejecutivo de ACIERA

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