Catolicismo

Unos 30 mil peregrinos participaron de la celebración de la Virgen de Lourdes (video)

La procesión de fieles al santuario Virgen de Lourdes es de las demostraciones de fe más grandes de la provincia de Córdoba, Argentina.

Fieles de todas partes de la provincia y el país realizan una caminata desde la ciudad de Córdoba Capital. Parten la víspera por la Ruta 5 en un recorrido de más de 35 kilómetros. Una vez en llegan miles de personas realizan sus promesas a la Virgen de Lourdes.

Durante el día de Nuestra Señora de Lourdes, este sábado 11 de febrero, una gran multitud participó el sábado de la 46ª peregrinación al santuario cordobés de Alta Gracia.

Según informó el director de Defensa Civil, Roberto Peralta, unas 30 mil personas se unieron a celebrar las fiestas patronales en honor de la Virgen tras recorrer los 35 kilómetros que separan la capital provincial de la gruta. Asimismo, hubo fieles que se acercaron en sus vehículos y hasta participó un grupo de ciclistas. Como es habitual, las demostraciones de fe incluyeron «sacrificios», como ingresar al predio de rodillas o peregrinar descalzo. Todo se desarrolló en orden, con un operativo de seguridad y tránsito que permitió a los fieles llevar sus promesas y agradecimientos a la patrona de los enfermos.

La misa central en honor a la Virgen de Lourdes fue presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Sixto Rossi SJ, y concelebrada por su obispo auxiliar, monseñor Ricardo Orlando Seirutti, y nueve sacerdotes de la arquidiócesis.

En la homilía, monseñor Rossi realizó una reflexión sobre las palabras de María en las bodas de Caná: “Hagan todo lo que Él les diga”. En ese marco también mencionó una frase propuesta por el papa Francisco en su mensaje para la jornada del enfermo 2023: “Cuida de él”, tomadas de la parábola del buen samaritano.

Sobre el mensaje papal, el prelado indicó que “subraya un poco una realidad que es muy fuerte, y que se da muchas veces en torno a la experiencia humana de la enfermedad, que es el aislamiento y el abandono”. Siguiendo las reflexiones de Francisco, el arzobispo destacó que “la experiencia de la debilidad y de la enfermedad, forman parte de nuestro camino, no nos excluyen del pueblo de Dios, sino que nos llevan al centro de la atención del Señor, que es Padre y no quiere perder a ninguno de sus hijos por el camino”. Y añadió: “Las personas enfermas están en el centro del corazón del Señor. Se trata de aprender de Él para ser verdaderamente una comunidad que camina unida, capaz de no dejarse contagiar por la cultura del descarte”.

En ese sentido, destacó la importancia de reconocer “esa condición de soledad y abandono que muchas veces visita al enfermo que neceista un gesto de atención, una llamada, una visita, un hacerse presente; tener ese movimiento interior de compasión. Todos necesitamos esa atención compasiva que sabe detenerse, que sabe acercarse”. A los que se dedican a acompañar a los enfermos les agradeció, porque “lo que ustedes hacen implica una grandeza de corazón. Por eso mismo es una gran bendición. Ustedes pueden ser definidos como ‘combatientes contra el dolor’. El combate más digno del ser humano, así como generar dolor es el gesto más miserable”. Y sobresaltó que son “verdaderos ángeles vestidos de médicos, de enfermeras, de hermanos, hijos, amigos, voluntarios, que en esas horas oscuras siempre llegan con su presencia, con su palabra, con su silencio, con su mirada o su gesto de ternura”

La advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes 

Hace referencia a las 18 apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous (1844-1879) afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las afueras de la población de Lourdes, Francia, en las estribaciones de los Pirineos, en el año 1858.

Ya en vida de Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.

Bernadette Soubirous fue proclamada santa por Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Desde entonces, la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes ha sido motivo de gran veneración, y su santuario es uno de los más visitados del mundo: unos 8 000 000 de personas peregrinan allí cada año.

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