Catolicismo

El Papa pide por los rehenes israelíes y la situación de los palestinos

En la audiencia general de este miércoles, 11 de octubre, el Santo Padre reconoció el derecho de Israel a defenderse tras el ataque del movimiento islamista Hamás. Pero al mismo tiempo que pidió por la liberación de los rehenes israelíes, expresó su preocupación por el asedio que viven los palestinos en Gaza.

Al respecto manifestó al final de su catequesis en la plaza de San Pedro del Vaticano: «Sigo con dolor y preocupación lo que está sucediendo en Israel y Palestina, con tantas personas muertas y heridas. Rezo por las familias que vieron transformarse un día de fiesta en un día de luto».

Asimismo, añadió: «Pido que los rehenes sean liberados inmediatamente. Quien es atacado tiene derecho a defenderse, pero me preocupa mucho el asedio total bajo el que viven los palestinos en Gaza, donde también hubo muchas víctimas inocentes”.

«El terrorismo y el extremismo no ayudan a alcanzar una solución al conflicto entre israelíes y palestinos, sino que alimentan el odio, la violencia y la venganza y sólo hacen sufrir a unos y otros. Medio Oriente no necesita la guerra sino la paz, una paz construida sobre la justicia, el diálogo y el coraje de la fraternidad», destacó.

Durante el quinto día este «nuevo capítulo» del conflicto israelí y palestino, más de 1.200 personas han muerto y 2.900 han resultado heridas en Israel, tras el ataque del sábado por el Hamás, mientras que los bombardeos israelíes en Gaza han causado ya 950 muertos y al menos 5.000 heridos.

Ayer por la tarde, el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, párroco de la parroquia latina de la Sagrada Familia de Gaza, había dado a conocer una llamada telefónica realizada por Francisco a la pequeña comunidad católica de la Franja, una vez más, en la primera línea de este conflicto recurrente.

El pontífice había expresado durante el ángelus del pasado domingo su aprensión por lo que estaba sucediendo en Israel. Allí dijo: «la violencia ha estallado aún más ferozmente, causando centenares de muertos y heridos. Expreso mi cercanía a las familias de las víctimas, rezo por ellas y por todos los que están viviendo horas de terror y angustia. ¡Que los ataques y las armas se detengan, por favor!, y se comprenda que el terrorismo y la guerra no conducen a ninguna solución, sino sólo a la muerte y al sufrimiento de tantos inocentes”.

En este contexto de guerra sin cuartel, el número de muertos y heridos tanto israelíes como palestinos va rápidamente en aumento. La Franja está sitiada por Israel, que ha cortado el suministro de agua, alimentos y combustible. Crece el temor a una operación militar terrestre por parte del ejército israelí, como testimonian a SIR la hermana Nabila Saleh y el párroco de la Franja, el padre Romanelli, que reveló que ha recibido algunas llamadas telefónicas del Papa Francisco, preocupado por la situación.

Más de 200 objetivos fueron alcanzados durante la noche por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Franja de Gaza, donde continúan los bombardeos, especialmente en las zonas de Rimal y Khan Yunis.

El Sumo Pontífice también exhortó al rezo del Rosario por la paz invitando a todos «a no olvidar a la atormentada Ucrania incluso ante estas nuevas y dramáticas noticias de muerte».

Terremoto en Afganistán

En la audiencia general, el vicario de Cristo, también quiso dirigir un pensamiento especial a la población de Afganistán, golpeada en estas horas por un devastador terremoto que ha causado miles de muertos.

En su llamamiento, Francisco expresó su preocupación por el pueblo afgano, destacando el inmenso costo humano que estos desastres naturales causan, con miles de vidas perdidas, entre ellas un número significativo de mujeres y niños. Asimismo, también reconoció la difícil situación de las personas que se han visto obligadas a desplazarse tras esta calamidad.

El terremoto, que se produjo el 8 de octubre, tuvo una magnitud de 7,6 en la escala de Richter, lo que lo convierte en un acontecimiento sísmico importante y destructivo. Ocurrió en la región norte del país, cerca de la cordillera del Hindu Kush, y causó una devastación generalizada.

El epicentro del terremoto se localizó en una zona remota y montañosa, lo que ha complicado aún más los esfuerzos de socorro. Muchas aldeas de los alrededores sufrieron graves daños o fueron completamente arrasadas. El desastre ha dejado miles de muertos, heridos o desaparecidos y ha obligado a innumerables personas a huir de sus hogares en busca de seguridad.

Este miércoles 11, además, otro terremoto de magnitud 6,3 sacudió el oeste de Afganistán en la provincia de Herat. En este sentido, el Papa llamó a todos a unirse y contribuir a los esfuerzos de socorro y recuperación en Afganistán, subrayando: «Invito a todas las personas de buena voluntad a ayudar a este pueblo, que ya está tan duramente probado, contribuyendo en un espíritu de fraternidad a aliviar el sufrimiento de los personas y a apoyar la necesaria reconstrucción»

Fuente: AICA

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