Cristianismo

Tatuajes y fe. Lo que dice la Biblia sobre las marcas en la piel

Aunque desde la antigüedad se han empleado diversas técnicas de grabado sobre la piel, en las últimas décadas, pero especialmente en los últimos años, los tatuajes se han convertido en furor en todo el mundo.

Más allá de la modas en distintos períodos de la historia, el afán de quiénes buscan inyectarse tinta en la piel para adornar sus cuerpos, responde a la necesidad de simbolizar algo muy significativo en sus vidas. Para algunos es una vivencia, para otros una creencia, un lema motivador o un homenaje a un ser querido. Según el tiempo y el lugar el simbolismo adquiere una determinación especial.

Ahora bien, los tatuajes son algo bastante reciente en el mundo cristiano pues la Biblia hace mención a esta peculiar forma de expresión en la piel. Si bien no se refiere explícitamente a los tatuajes, llama la atención el señalamiento hacia las marcas en la piel generadas a conciencia y no accidentalmente o como consecuencia del agravio de otros o enfermedad. En Levítico 19:28 se lee de manera explícita: “No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor”. En este capítulo Dios llama al pueblo de Israel para vivir una vida de santidad: “Sean santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo”.

En este sentido, una vez realizado el llamamiento a Israel, Dios les recuerda que la obediencia a una serie de leyes era fundamental para que de esta manera, el pueblo pudiese vivir de acuerdo a la voluntad del Señor, a diferencia de otros territorios.

Y es así que en el versículo 28 se hace referencia a algunas de las prácticas de los pueblos paganos entre las que se menciona el hacerse cortes y heridas en el cuerpo como símbolo de duelo. Esa era una forma de rendir culto a los muertos pero también era el modo de distinguir a quién pertenecía a un esclavo. Para ello se realizaba una herida con un objeto afilado que, posteriormente, era rellenada con tinta.

Muchos cristianos ven en el pasaje de Levítico una significación trascendental. Por eso, en la actualidad, se apegan al versículo para justificar su negativa a tatuarse pues creen que sería mantener una costumbre pagana de la antigüedad.

Sin embargo otros consideran que no hay pecado en esa acción pues el versículo se refiere a prácticas para honrar a dioses paganos, por lo que si la motivación del tatuaje no es honrar a uno de ellos, no debería preocupar la obediencia a Dios. En este marco, los defensores cristianos de esta forma de arte en el propio cuerpo, argumentan a favor en el hecho de que la mayor parte de los tatuajes de hoy en día representan un homenaje positivo a un aspecto o persona destacada en la vida de quien lo lleva pintado en la piel.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *