Catolicismo

Milagro televisivo: el giro espiritual de la villana más famosa de la tv argentina (video)

Milagros Sofía Stegman Peters, más conocida como Millie Stegman, se hizo famosa con su papel de villana en la exitosa serie televisiva de Cris Morena: Chiquititas. Allí interpretaba a Pía Pacheco Acevedo, una mujer cruel de clase alta a la que solo le interesaba el dinero de su pareja. Sin embargo, su realidad es totalmente opuesta a ese personaje que la hizo famosa en una admiración del público que bamboleaba entre el odio y el amor: su vida dio un giro místico y asegura haber recibido el “llamado de Jesús y de María”.

Nacida en Coronel Pringles en el año 1969 en el sur de la provincia de Buenos Aires, su debut en la televisión fue en Capricho (1985). Allí también interpretó a una malvada Raquel Aranda. También hizo de villana en novelas como Micaela (1991), Perla negra (1994-1995), Chiquititas (1999), Luna salvaje (2000) y Se dice amor (2005).

También fue parte del elenco de éxitos rotundos como Naranja y media (1997) y Son amores (2002). Tras esta vorágine hacia la cúspide televisa, su vida dio un giro místico en 2005: comenzó a alejarse poco a poco de la exposición de los medios de comunicación para acercarse cada vez más a Dios.

A pesar del éxito material no estaba conforme con su presente: “Mi alma estaba cansada, muy triste, sentía que tenía que parar. No me alcanzaban ni los diez kilómetros que corría, ni ir al gimnasio, ni otro trabajo. Había llegado el momento de desandar, volver a empezar” expresó.

Fue así como una prima la invitó a Salta para que fueran juntas a visitar a la Virgen; ella no dudó en aceptar la propuesta. Entonces, su vida dio un giro místico: “No tuve una formación cristiana, ni siquiera ahora sé los Mandamientos. Pero frente a la Virgen sentí un amor que vence las dificultades. Yo no conocía ese amor y por eso me sigo emocionando al contarlo. Entonces pedí perdón por todas las cosas que sentía que no estaban bien”.

Sobre lo que sintió pro aquel entonces recordó: Se me reveló el amor de Dios. Para mí, fue el espíritu que se manifestó. Fue el espíritu en su totalidad. Recibí el llamado de Jesús y de María, el amor más grande y puro que haya sentido jamás, y decidí aceptar ese llamado. Se trató de volver a Dios. Cambiaron los sentimientos del corazón y cambiaron los pensamientos. Y así las prioridades”.

En este camino comenzó a alejarse poco a poco de las cámaras de televisión. Sin embargo mantuvo tuvo algunas apariciones esporádicas como en 2008 cuando participó de Bailando por un Sueño de Marcelo Tinelli y, en 2012, formó parte del elenco de la obra teatral Mujeres y Botellas.

Sobre su nueva forma de vida instrospectiva reflexionó: Pude experimentar lo que es el vacío y ahora sé que se hace camino al andar. No me gustan las apariencias, las habladurías. Aprendí que el silencio habla y que es una respuesta a muchas preguntas. Estoy en el mundo, tengo los pies sobre la tierra pero la mirada en el cielo”.

En 2017 volvió a ser vista en los medios gracias a una foto publicada en una revista. No había allí producción ni entrevista; se debió a que un fotógrafo la descubrió mientras regaba plantas y cuidaba los jardines del Hospital Rivadavia, como parte de su servicio de voluntariado espiritual.

En la adolescencia Millie fue novia de Juan Pablo Contepomi, hermano del famoso conductor Bebe, quien a los 18 años decidió iniciar su camino en el sacerdocio. “Estaba de novio con Millie Stegman, la actriz. Y un día dijo ‘entro al seminario’ y dejo todo”, recordó el conductor de La Viola en una entrevista.

Fuente:  TN

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