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Colaboradores de la Divina Providencia| El Papa en el Congreso Judío Mundial (video)

Este martes 22 de noviembre, el Papa Francisco abrió el Congreso Judío Mundial que representa a las comunidades judías de más de 100 países con un discurso que convoca a la armonía.

 

 

 

 

 

“Judíos y católicos tienen tesoros espirituales invaluables en común, profesan fe en el Creador del cielo y de la tierra y creen que el Todopoderoso no permaneció distante de su creación, sino que se reveló a sí mismo» destacó y aseveró: “Nuestro mundo está marcado por la violencia, la opresión y la explotación, pero todo esto no tiene la última palabra. A la luz del patrimonio religioso que compartimos, miremos el presente como un desafío que nos une, como una exhortación a actuar juntos».

El congreso (WJC) conocida como “Kishreinu” (en hebreo, “Nuestro Vínculo”), está destinado a fortalecer los lazos judeo-católicos en todo el mundo. La iniciativa Kishreinu, una vez completada, actuará como respuesta de la comunidad judía a la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II, que en 1965 revolucionó la relación entre la Iglesia Católica Romana y el pueblo judío.

El presidente del WJC, Ronald S. Lauder, afirmó en su discurso en el Salón del Sínodo del Vaticano: “Quienes nos reunimos hoy aquí estamos ansiosos por promover nuestro vínculo con la Iglesia Católica. Hoy lanzamos el proceso de ‘Kishreinu’, que refuerza el futuro común de nuestros dos pueblos y presenta una nueva etapa en el vínculo católico-judío”

Lauder también expresó su gratitud a la Iglesia Católica durante una época de creciente odio a los judíos en todo el mundo. “No lo ignoramos. No olvidamos. Pero miramos hacia adelante, juntos. Y qué mejor que todos los hijos de Dios vivan juntos en paz, armonía y en la casa del señor, para siempre” agregó.

Por su parte el cardenal Kurt Koch, jefe del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, afirmó: “Con nuestro patrimonio compartido, tenemos la responsabilidad común de trabajar juntos por el bien de la humanidad, refutando el antisemitismo y las actitudes anticatólicas y anticristianas, así como como todo tipo de discriminación, para trabajar por la justicia, la solidaridad y la paz, para difundir la compasión y la misericordia en un mundo a menudo frío y despiadado».

En este contexto prosiguió Francisco: «Nuestras dos comunidades de fe tienen encomendada la tarea hacer el mundo más fraterno, luchando contra las desigualdades y promoviendo una mayor justicia, para que la paz no se quede en una promesa del otro mundo, sino que ya sea una realidad en este. Sí, el camino de la convivencia pacífica comienza por la justicia que, junto a la verdad, el amor y la libertad. Hay que reparar el terreno para la paz, dirigiendo su mirada a las heridas de nuestra casa común”.

Asimismo, el pontífice recordó que “las iniciativas comunes y concretas encaminadas a promover la justicia requieren valentía, colaboración y creatividad. Nuestras iniciativas políticas, culturales y sociales para mejorar el mundo no pueden tener el éxito deseado sin la oración y sin la apertura fraterna a las demás criaturas en nombre del único Creador, que ama la vida y bendice a los pacificadores”.

“Hoy, hermanos y hermanas, en muchas regiones del mundo la paz está amenazada. ¡Reconozcamos juntos que la guerra, cualquier guerra, es siempre, como sea y en todas partes, una derrota para toda la humanidad! ¡Pienso en la de Ucrania, una guerra sacrílega que amenaza a judíos y cristianos por igual, privándolos de sus seres queridos, de sus casas, de sus bienes, de sus propias vidas! Sólo en la voluntad seria de acercamiento y en el diálogo fraterno es posible preparar el terreno para la paz. Como judíos y cristianos, tratamos de hacer todo lo humanamente posible para detener la guerra y abrir caminos de paz” señaló con énfasis.

Así, el pontífice reiteró que «el camino de la convivencia pacífica comienza con la justicia que, junto con la verdad, el amor y la libertad, es una de las condiciones fundamentales para una paz duradera en el mundo”. 

 “Mediante la fe y la lectura de las Escrituras, judíos y católicos entran en relación con el Señor y se convierten en colaboradores de su voluntad providente» dijo el Santo Padre y señaló: «También tenemos una mirada similar al final, habitada por la confianza de que, en el camino de la vida, no vamos hacia la nada, sino hacia el Altísimo que nos cuida, hacia Aquel que nos prometió, al final de días, un reino de paz eterna, donde terminará todo lo que atente contra la vida y la convivencia humana».

En este marco apuntó a que “a la luz del patrimonio religioso compartido, judíos y católicos miran el presente como un desafío que los une como una exhortación a actuar juntos. La tarea de estas dos comunidades de fe es trabajar para que el mundo sea más fraterno, luchando contra las desigualdades y promoviendo una mayor justicia, para que la paz no se quede en una promesa del otro mundo, sino que ya sea una realidad en este”. Y concluyó: “Aquel que ha creado todo según el orden y la armonía nos invita a recuperar este pantano de injusticia que está hundiendo la convivencia fraterna en el mundo, tanto como la devastación ambiental compromete la salud de la tierra. Que el Señor los acompañe en su camino y nos guíe juntos por el camino de la paz. Shalom».

Fuente y fotografías: Vatican News

 

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