Judaísmo

Lag Baomer, una fiesta hebrea muy especial (video)

Es una festividad que conmemora la victoria de la Rebelión de Bar Kojba sobre los romanos. Se trata de una fiesta polifacética donde el sentido histórico, religioso, nacional y universal se superponen.


Es costumbre celebrar esta fiesta con hogueras y excursiones en las que los niños juegan con el arco y flecha. Por la noche se suele alumbrar las sinagogas con muchas luces y velas.

Según la tradición judía, el 18 de Yiar, que este año se conmemoró a partir de la puesta del sol del lunes 8 de mayo, es un día de gran relevancia en el calendario judío debido a la celebración de Lag Baomer.

En esta fecha, se llega al día treinta y tres de la “Cuenta del Omer”, que es aquella que registra el período de cuarenta y nueve días entre el segundo día de Pésaj y la festividad de Shavuot. No obstante, la conmemoración ostenta un significado mucho más profundo y místico.

Este período coincide con un triste acontecimiento ocurrido hace aproximadamente dos mil años, cuando una epidemia provocó el fallecimiento de miles de alumnos del gran sabio Rabí Akiva. Por este motivo, y en señal de duelo por aquella inmensa pérdida para el pueblo de Israel, no se acostumbra a realizar casamientos en este lapso, entre otras cosas.

Sin embargo, justamente en el transcurso del día de “Lag Baomer”, la epidemia terminó y cesaron las muertes de aquellos alumnos. Es por esta razón, que los sabios establecieron esta fecha como una jornada especial de alegría, y a partir de allí, se vuelven a permitir distintas celebraciones.

El encuentro con la Cábala

También en Lag Baomer, falleció Rabí Shimon Bar Iojai, el autor del Zohar, principal libro de la Cábala. Este gran sabio, era conocedor de lo más profundo y a la vez de lo más elevado de los secretos de la Torá.  Sobre él cuentan los sabios que, en los últimos minutos de su vida, solicitó a sus alumnos que el día del aniversario de su fallecimiento sea celebrado con gran alegría.

Por esta razón, en esta fecha, miles de personas se acercan a Mirón, en el norte de Israel, donde descansan sus restos, a rendirle homenaje. Asimismo, se acostumbra a encender una vela para la elevación espiritual de su alma, y los niños organizan grandes fogatas, para regocijarse bailando alrededor de ellas.

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