Cristianismo

Integridad profética – R. T. Kendall

Un libro sobre los falsos profetas que se presentan como enviados de Dios, tergiversando así, las enseñanzas en la Palabra Sagrada del Señor entre sus seguidores.

Una de las señales finales del juicio inminente que ha de venir es el surgimiento de falsas voces proféticas que afirman hablar en nombre de Dios, aunque —a menudo— contradigan las Escrituras, al tiempo que ofrecen fantasía barata que sólo contribuye al detrimento de la vida cristiana de los creyentes. ¿Tenemos la valentía de enfrentar este problema en nuestros días? ¿Hay esperanza para el movimiento profético de estos tiempos?

Este libro de R. T. Kendall, sobre este tema candente, ofrece esperanza. Sin embargo, es una esperanza que se basa en una verdadera y justa autoevaluación. Como deberíamos saber, el profeta auténtico no teme la corrección, al contrario, la acoge con agrado. La persona que habla de parte de Dios es una que no tiene más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piensa de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios le dio. Claro está, aunque lo falso siempre existirá, las verdaderas voces proféticas avergonzarán a los impostores, como ha sido el caso a lo largo de la historia.

“Integridad profética” es un libro dirigido tanto a las iglesias carismáticas o pentecostales como a las evangélicas propiamente dichas. Vale aclarar en principio que, al referirse a evangélicos, tiene que ver con evangélicos tradicionales, históricos, fundamentalistas o conservadores, como el lector prefiera llamarlos. Ahora bien, la cuestión no se trata simplemente de que las personas que tienen ciertas características proféticas fallen.

El asunto es que una gran parte de la iglesia de hoy ha caído en un peligroso error de juicio por oír a personas que se ufanan de ser enviados de Dios y no lo son. Muchos de ellos son descubiertos en actos de inmoralidad grave y aun así continúan proclamando que Dios les dio carta blanca para hablar a los creyentes. Son muy populares y conocidos por los lemas con que pretenden blindar su autoridad, como por ejemplo: “Así dice el Señor” o “Dios me dijo”, entre otros.

Gentileza VidaCristiana.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *