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Mujer que estuvo en el islam y en el ocultismo se convirtió al cristianismo (video)

En su vida adulta, Fátima se trasladó a los Países Bajos en busca de un propósito en el Islam, pero se sintió frustrada al no encontrar la paz que buscaba. Percibía a Alá como distante, con normas estrictas y amenazas de castigo eterno.

Por ello, Fátima decidió explorar otras religiones orientales y llevar una vida más mundana en un intento por encontrar el equilibrio espiritual que tanto anhelaba.

“Empecé a investigar sobre New Age, reiki, ayahuasca. Me sentí pequeña y nunca lo suficientemente buena. A los veinte años simplemente estaba sobreviviendo. Hice lo que el mundo tenía para ofrecer: beber, salir, hombres equivocados. Al final, el dolor que sentía ya no era soportable y comencé a vivir una vida cada vez más solitaria”, reveló en una entrevista con Revive.

En mayo de 2020, mientras paseaba por las calles de Países Bajos, Fátima se encontró con una mujer que guardaba un gran parecido con su hermana mayor. Esta mujer estaba predicando en la calle sobre la salvación en Cristo.

«Oye ven aquí. Siento con tanta fuerza en mi corazón que necesito decirte que Jesús te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida”, dijo el evangélico.

“Yo estaba en la Nueva Era en ese momento. Cuando le dije mi nombre, la mujer quedó en shock. Había estado convencida toda la semana de orar por ‘una Fátima’”, recordó. Lo que había escuchado había causado tal impacto que le entregó su vida a Jesús.

“Tenía un vacío dentro de mí y lo había intentado todo, ¿por qué no centrarme en Jesús? Eso es lo que dijo esa mujer. Tenía ojos tan brillantes e irradiaba tanto amor y afecto. Entonces entregué mi vida a Jesús en la calle”, testificó. Y de inmediato pudo sentir como Dios comenzaba a obrar en su vida.

“El Espíritu Santo me llenó. Estaba harta y lo único que podía hacer era llorar, llorar, llorar. Fue literalmente un baño tibio y me hizo querer volver a casa. Al igual que el hijo pródigo de Lucas, así es como me sentí”, dijo.

La mujer que había abandonado el islam mantuvo comunicación con el evangélico callejero, quien la guió en sus primeras experiencias espirituales. Además, Fátima se adentró en la lectura de la Biblia y fortaleció su conexión individual con Jesucristo.

“Me encontré cansado y agobiado y descansé a través de Jesús. Estoy completamente transformado y nunca más podré vivir sin Él”, finalizó.

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