Catolicismo

Tenían poca fe y ahora diseñan juegos para que los niños se acerquen a Dios

Son amigas desde hace unos 10 años, luego de que sus hijos mayores comenzaran a cursar juntos la escuela primaria. Ambas son profesionales, casadas y con hijos, y protagonistas de una iniciativa muy original: hacer que los niños aprendan sobre Dios y el catolicismo de manera divertida. Se trata de Ivana Carboni, maestra jardinera, y de Érica Dingevan, diseñadora gráfica, que unieron su creatividad y talento para diseñar juegos de mesa evangelizadores. Ambas provienen de familias católicas, aunque eso no fue suficiente para que practicaran la religión y tuvieran mucha fe. Pero, tras participar en un retiro espiritual sintieron la necesidad de trabajar para difundir la palabra de Dios y convertirse en sus fieles seguidoras.

En el 2017, Ivana y Érica se «convirtieron», según ellas mismas lo afirmaron con total convicción. Y desde entonces dividen su tiempo para cumplir con sus trabajos, las tareas del hogar y con la colaboración incondicional con la Iglesia. Ambas pertenecen al movimiento Emaus y también ayudan con diferentes actividades en la Catedral. «Cuando participamos de un retiro espiritual de Emaus nos cambió la vida. Ahí comenzamos a experimentar una fe más ferviente que fue creciendo tras superar situaciones difíciles. Es por eso que sentimos la necesidad de colaborar con la evangelización para que más gente, especialmente los niños, se acerque a Dios como hicimos nosotras», dijo Ivana.

Ella se convirtió en Ministra Extraordinaria de la Eucaristía para colaborar con los sacerdotes en la celebración de las misas o visitar enfermos para darles la Eucaristía. Mientras que Érica, se encarga de ayudar con el diseño de la información que difunde la Catedral y de mantener la página web del padre Andrés Riveros. «A diferencia de Ivana a mí me cuesta hablar. Por eso encontré en el diseño de estos juegos la manera de expresar lo que siente y de contarles a los chicos sobre Dios», sostuvo la mujer.

Para las Pascuas pasadas, llevaron a la práctica el primer proyecto de evangelizar de manera atípica y que mostrara el verdadero sentido de esta celebración religiosa. Como Ivana también es pastelera decidieron aprovechar esta veta para lanzar una línea de chocolates evangelizadores con motivos religiosos. Así nació el nombre de este binomio: «Dos mitades». «Nos pusimos ese nombre porque nuestro objetivo es evangelizar desde la aptitud que cada una tiene, poniendo nuestro conocimiento al servicio de Dios y del prójimo», dijo Ivana.

Tras los buenos resultados que obtuvieron con los chocolates evangelizadores, estas amigas decidieron ir por más. Hace un par de meses comenzaron a diseñar y producir los juegos de mesa también con fines religiosos. Crearon la versión evangelizadora de tres conocidos juegos como son la Oca, el de la memoria y el de asociación (rompecabezas de dos piezas). Todos realizados en madera, ya que buscaron un material liviano y duradero, con figuras infantiles de diseño propio. «En el juego de la memoria y de asociación hay imágenes de santos muy conocidos y no tanto, y de las advocaciones marianas. En tanto que en la oca, que se llama tras las huellas de Jesús, hay diferentes momentos de su vida. Son todos juegos muy llamativos que si bien están pensados para niños mayores de 3 años, se pueden jugar en familia. Por suerte hemos tenido muy buena respuesta de la gente», dijo Érica.

La mujer contó que hicieron una primera tanda de estos juegos para ofrecerlos y que se agotaron. Con el dinero recaudado compraron más material para continuar la producción. Sostuvo que el trabajo de «Dos mitades» no tiene fines comerciales por eso el precio de los juegos es para cubrir el costo de los materiales. «Nuestra recompensa por hacer esto no es económica. Ambas nos sentimos plenas por poder difundir la palabra de Dios y colaborar con la evangelización», sostuvieron.

 

Fuente Diario De Cuyo

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