Catolicismo

Nicaragua: El cardenal Maradiaga eleva su voz contra las acusaciones y condenas a religiosos (video)

El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, lamentó este domingo que muchos miembros de la Iglesia católica de Nicaragua sean acusados «injustamente por una justicia mal administrada y manipulada».

Al respecto enfatizó: «Los hermanos de la Iglesia de Nicaragua injustamente llevados a tribunales con acusaciones falsas, cómo pueden ser dichosos esos jueces que saben que están actuando injustamente”. E inquirió tras referirse al arresto y posterior condena de miembros de la Iglesia católica de Nicaragua: “¿Creen que esos jueces tendrán paz interior?”

«Cuando dejen esos cargos van a poder dormir en paz, cuando la conciencia les está diciendo: haces mal, estás haciendo mal”, señaló el prelado agregando: «dichosos los perseguidos por causa de la justicia, por una justicia mal administrada y manipulada. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, aquellos por actuar con justicia responden a las injusticias y las ofensas, ellos nos ayudan a vencer el mal con el bien».

Para el cardenal hondureño, una sociedad basada en «la ambición del poder, de gloria y de riqueza no tolera la justicia, por eso los que quieren ser fieles al Evangelio encuentran dificultades, pero su recompensa será la experiencia de que Dios vive en ellos, Dios reina y Dios es su rey».

El 26 de enero, cuatro sacerdotes católicos nicaragüenses fueron declarados culpables de los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad, informó la Unidad de Defensa Jurídica.

Junto a ellos fueron sentenciados dos seminaristas y un camarógrafo de la diócesis de Matagalpa (norte de Nicaragua), por la jueza Nadia Camila Tardencilla, titular del Juzgado Segundo Distrito de los Penal de Managua, tras cuatro días de sesiones en un juicio que concluyó este jueves.

La jueza declaró culpables a los sacerdotes Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral Matagalpa de San Pedro, respectivamente, y al diácono Raúl Vega González.

También a los seminaristas Darvin Leiva Mendoza y Melkin Centeno, y al camarógrafo Sergio Cárdenas.

 

La situación del país y los religiosos

En el primer mes del 2023 se profundizó el hostigamiento contra figuras de la religión que representa a un 58,5% de la población.

Este martes, el no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) concluyó que enero fue un mes de persecución del presidente sandinista Daniel Ortega contra la Iglesia católica en Nicaragua. El mismo se sustenta en la prohibición de actividades religiosas, así como en juicios, condenas y expulsión a sacerdotes y monjas.

A través de un video compartido en sus redes sociales, el Cenidh manifestó: “Termina el primer mes de 2023 con la profundización de la persecución contra la Iglesia católica por el régimen Ortega Murillo”.

Según ese organismo humanitario, las autoridades prohibieron e impidieron “las actividades religiosas en distintas iglesias a nivel nacional y realizaron juicios espurios contra sacerdotes, culpándolos a todos por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas”.

El Cenidh, que fue ilegalizado como ONG por el Ejecutivo sandinista en el marco de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018, consideró que la Iglesia católica está “en primera línea de un panorama lleno de violencia generalizada” que afecta a toda Nicaragua.

El organismo citó el juicio contra el obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí (ambas en el norte de Nicaragua), Rolando Álvarez, quien se encuentra detenido desde el pasado 19 de agosto.

Además, el fallo de culpabilidad contra cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo de la diócesis de Matagalpa.

“Para el Cenidh esto no es solamente la desarticulación de una diócesis completa, refleja el propósito del régimen por desmantelar a toda la Iglesia católica”, valoró ese organismo, que mencionó la prohibición del ingreso al país de tres sacerdotes nicaragüenses en el mismo mes de enero.

Asimismo, calificó como “un hecho sin precedentes que evidencia que vivimos en un país donde la persecución religiosa es un riesgo real, la petición de un grupo de neocatecúmenos extranjeros que pidieron regresar a sus países de origen después de que fueran ordenados sacerdotes”.

Las relaciones entre la Iglesia católica y los sandinistas encabezados por Ortega han estado marcadas por diferencias y fricciones en los últimos 43 años.

En 2018 el régimen expulsó de Nicaragua a un sacerdote colombiano y uno salvadoreño, y en 2022 expulsó al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.

En 2022 también cerró nueve estaciones de radio católicas y sacó de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos. En este contexto las procesiones y romerías fueron prohibidas. “¿Acaso pretenden sustraer a los nicaragüenses de sus opciones religiosas e imponer creencias ajenas disfrazadas de cristianismo?”, se preguntó el Cenidh.

Según el último censo nacional, la comunidad católica representa un 58,5% de los 6,6 millones de habitantes de Nicaragua.

 

 

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